Hace algo de diez años presenté en el Concejo Deliberante de Esquel un proyecto que se llamaba “Esquel XXI”, que era simplemente un conjunto de lineamientos estratégicos para incentivar la actividad turística. El proyecto quedó cajoneado en algún rincón, quién sabe donde. Pero eje principal consistía en la transformación de la ciudad en una verdadera ciudad distintiva, que tenga su brillo propio y que sea justificativo suficiente para que la ciudad brinde un atractivo nada despreciable por el turista. Una de las propuestas del proyecto consistía en utilizar el predio de la cárcel de Esquel para diseñar un centro recreativo y comercial nuevo, destinado a captar la atención del turista, generar ingresos al municipio y bajar los abrumadores precios de alquileres de locales comerciales que impiden pequeños emprendimientos.
El proyecto sería ampliamente participativo y buscaría el máximo aprovechamiento de los recursos económicos a fin de evitar sobrefacturaciones indeseables e improductivas, y por otra parte dándole un valor sentimental a la obra, la cual surgiría de la misma población. Es que se proponía que diseño estuviese a cargo de los alumnos de la escuela politécnica, basado en distintas propuestas que por concurso surgieran y de diferentes trabajos de alumnos de distintas escuelas y entidades sociales. Dentro de las edificaciones a construir se incluían varios locales comerciales, propiedad del municipio quien concesionaría los mismos a nuevos comerciantes a un precio por debajo de los alquileres promedio, y generando ingresos para solventar los gastos que el financiamiento de las obras demande y obligando al mercado inmobiliario a bajar sus precios por medio de la competencia. También se incluirían espacios abiertos tipo anfiteatros, juegos infantiles, bicisendas, y todo aquello que de la imaginación y los recursos disponibles surgieran. Cabe señalar que el lugar que hoy ocupa la cárcel es totalmente estratégico, con conexión al estadio municipal, uniendo dos avenidas principales y estando ubicado en el corazón mismo de Esquel. Entre otros puntos se planteaba también el nombre de las calles. Se proponía renombrar las calles con los nombres de especies autóctonas del lugar, dándole un toque verdaderamente distintivo impactante e intrigante a la ciudad. La plantación de frutales en las plazoletas y veredas, además de brindar un hermoso colorido, refuerza el vínculo del hombre con la tierra para producir alimentos. La realización de concursos barriales con las juntas vecinales a fin de que los mismos vecinos elaboren cartelería para exhibir el nombre de las calles de su barrio, evitando esos horribles carteles de chapa negros y blancos que nada contribuyen al paisajismo.
El proyecto contemplaba varios aspectos más, algunos deberían ser readecuados o reformulados pero se trata de un proyecto totalmente factible de realizar. Invito a los vecinos interesados y a los partidos políticos a estudiar la propuesta y revivirla con las adecuaciones que crean convenientes.
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De una nota publicada en Puerta E que puede verse completa en:
http://puertae.blogspot.com/2010/07/opinion-esquel-y-bariloche-por-juan.html
COMPLEJO CULTURAL GALATRO : FONDO EDITORIAL 1/6/2017 (en construcción)
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COMPLEJO CULTURAL GALATRO : FONDO EDITORIAL 1/6/2017 (en construcción):
Imagen: Biblioteca Pública de Lima : Foto ANDINA Editorial Levantando
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